El complejo de Mirasierra alberga una residencia y un centro ocupacional.
Mención especial merece este complejo residencial y ocupacional, ya que además tiene anexo una residencia para mayores pensado para padres y familiares de los discapacitados y como solución a un futuro muchas veces incierto, que les facilitará vivir cerca de sus hijos y recibir cada uno la atención especializada que necesitan.
Este centro dispone de 110 plazas para personas jóvenes y adultas con discapacidad intelectual. Es una residencia en la que, no sólo se prestan servicios de atención, alojamiento y manutención a los residentes, sino que también, mediante una distribución arquitectónica semejante a la de cualquier hogar familiar en el que conviven como máximo seis personas de similares características, permite la implantación de programas que desarrollen al máximo las posibilidades de autonomía e independencia y favorezcan la mayor normalización posible de los residentes, tanto personal como social, haciéndoles sentir que esta es su propia casa, aunque siempre acompañados por el personal de